María Chuchena

Estaba María Chuchena
sentadita junto al mar
y arrecostada en la arena
porque se quería bañar.

 

Estaba María Chuchena
sentadita en la barranca
con su rebozo en las piernas
recogiendo flores blancas.

 

De la azucena salió
una blanca mariposa
y en su piquito llevaba
tres claveles y una rosa.

Lucero brillante hermoso
baja del quinto planeta
que yo pondré en tu peineta
un tulipán oloroso.

 

Por aquí pasó volando
una calandria morada
y en su piquito llevaba
una rosa colorada.

 

Por aquí pasó volando
una calandria amarilla
y en el piquito llevaba
una rosa de Castilla
que el viento le deshojaba
como blanca maravilla.

 

Por aquí pasó volando
una bella chuparrosa
y en su piquito llevaba
dos claveles y una rosa
que el viento le deshojaba
como grata mariposa.

 

Dime qué flor te acomoda
para írtela a cortar:
azucena o amapola
o maravilla del mar
para cuando tú estés sola
tengas con quien platicar.

 

De la flor del cañamazo
te de hacer una corona
y aunque me tiren balazos
no me he de rendir, paloma
hasta no verme en tus brazos
porque tu amor me apasiona.

 

En una cabaña oscura
donde el silencio reinaba
oí una voz en altura
que a mi corazón hablaba:
-Ay, al que ama con ternura
con constancia se le paga.

 

La flor cuando se marchita
pierde el gusto y desmerece:
pierde hojita por hojita
que el viento desaparece;
sólo tu amor, princesita
se marchita y reverdece.

 

Traigo una fuerte pasión

y por eso te pretendo;
si me prestas tu atención
determinado yo vengo
a darte mi corazón

porque otra cosa no tengo.

 

Para el día que yo me muera
la tierra se ha de lucir:
calandrias y primaveras
de luto se han de vestir,
y aquella que a mí me quiera
también me debe sentir.

Ya me voy, flor de sabana
perfumado amanecer
con el sol de la mañana
quisiera volverte a ver
como rosa campirana
y no dejarte de oler.

 

María Chuchena:

bótate al agua

vente a la proa
de mi piragua.
María Chuchena:
bótate al río

que yo por ti

me muero de frío.

 

María Chuchena

se fue a bañar

a orillas del río
juntito al mar.
María Chuchena
se estaba bañando
y el techador
la estaba mirando
y le decía:
-María, María
no techo tu casa
no techo la mía
no techo tu casa
no techo la mía

ni techo la casa

de María García.

 

María Chuchena

se fue a bañar

a orillas del río
juntito al mar.
María Chuchena
se estaba bañando
y el pescador
la estaba mirando
y le decía:
-María Chuchena 
no techo tu casa
no techo la ajena
no techo tu casa
ni techo la ajena
ni techo la casa
de María Chuchena.

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