El Fandanguito

(El Fandanguillo)

Señores, qué son es éste

señores, el fandanguito,

la primera vez que lo oigo

válgame Dios, qué bonito.

 

Si el fandanguito no fuera

causa de mi perdición

una carta te escribiera

con sangre del corazón.

 

Si el fandanguito no fuera

causa de este amor sagrado

quién de tus labios pudiera

robarte un beso encarnado.

 

Ay, fandango, fandanguito

fandango real de la plaza:

vuele mi copla, hermanito

que lo que adentro me pasa

me mata poco a poquito.

 

Dame una sola sonrisa

no me niegues tu mirar,

si no me quieres hablar

escucha atenta, sin prisa

a quien te va a desenojar.

 

Blanca flor de residón

la que pende de tu pelo:

si me dieras la ocasión

negrita de tus desvelos

de darte mi corazón

para que jueguen tus celos.

 

En este lugar estoy

porque tu amor me ha traído

y de aquí yo no me voy

hasta que no hable contigo

para saber si es que soy

de tu amor correspondido.

 

Y este jarro

me huele a vino,

vuelta le doy

que me desatino.

Y este jarro

me huele a coco

vuelta le doy

que me vuelvo loco.

 

Ay, que te quiero

te quiero, madama

porque te peinas

al uso de España.

Ay, que te quiero

te quiero decir

que anoche a las once

me iba yo a morir.

 

Ay, que te quiero

te he de querer

porque te vistes

al uso de ayer.

Ay, que te quiero

te quiero, señora

porque te vistes

al uso de ahora.

 

Ay, que te quiero

te he de querer

aunque se enoje

mi coronel.

Ay, que te quiero

te he de adorar

aunque se enoje

mi general.

 

Ay, que te quiero

te he de querer

por un buen gusto

un buen padecer.

Ay, que te quiero

y te estoy queriendo

cómo me gustas

cuánto deseo.

 

Ay, que me voy

me voy, prenda amada

lucero hermoso

de madrugada.

Ay, que me voy

me voy, prendecita

lucero hermoso

de mañanita.

 

A la ela

a la ela, más a la ela

golpe de mar

barquito de vela,

dime, mi bien

para dónde me llevas:

si para España

o para otra tierra

o a navegar

al mar para afuera.

 

A remar

a remar, marinero

que aquel que no rema

no gana dinero.

A remar

a remar en el agua

que aquel que no rema

no gana piragua.

 

A remar

a remar en el río

que aquel que no rema

no gana navío.

 

Si es que te hayas enojada

porque tengo un nuevo amor

mentira de eso no hay nada

son chismes de un hablador,

cierto que tengo valor

de querer a otra hermosa

pero me falta lo mejor

el dinero y otra cosa

pero si tú calmas mi dolor

mañana serás mi esposa.

 

Si es que te hayas enojada

yo te suplico al instante

de tus ojos centellantes

me has de dar una mirada,

quiero que estés enterada

si te molesta el que cante

pues cesaré al instante

o a tu orden cantaré

y rendido te serviré

yo me ofrezco ser tu amante.

 

Si conseguirte pudiera

trigueña, te juraría

que en un altar te pondría

ni donde el viento te diera

y por ti cuánto no hiciera:

adorarte como a un santo

venerarte sin quebranto

contemplarte sin pretexto

bien propio de todo esto

para el día de mi llanto.

 

En fin yo voy a explicarte

si yo el enojo te he dado

quiero que pongas cuidado

que vengo a desenojarte,

eso queda de mi parte

bellísimo lucerito

oye bien a este negrito

que te está desenojando,

sigue con gusto bailando

este son del fandanguito.

 

Ofrezco darte la mano

el sol con el firmamento

de oro hacerte un portento

de la anchura de un océano,

mas te pido de tu mano

que no estés enojadita

tú has de ser mi prendecita

y si tu amor es cifrado

si de mí mal te han contado

perdóname, mamacita.

 

Te ofrezco bajar del cielo

las estrellas y planetas

y darte pruebas completas

que te amo con anhelo,

el sol ponerte en el suelo

y la luna por corona

pero qué enojos asomas:

mi amor no has comprendido,

mírame a tus pies rendido

perdón te pido, paloma.

 

Es mi sana pretensión

de decirte aquí, negrita

y que sepas desde ahorita

que estás en mi corazón;

y con mi firme intención

he de servirte veloz

yo te lo juro por Dios

no querer a otras mujeres

pero, negra, si me quieres

escucha mi triste voz.

 


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