El Sapo

Un sapito en tiempos de agua

cayó patas boca arriba

y la rana lo sobaba

con ceniza en la barriga.

 

Bella rosa catalana

de jardines de Granada:

ya se ha muerto la sultana

de mejillas coloradas.

 

Ay, malhaya; ay, malhaya

te digo y te voy diciendo:

para el día en que me vaya

te llevo en mi pensamiento.

 

Yo le dije a un zapatero

que me hiciera unos zapatos

con el piquito redondo

como lo tienen los sapos.

 

Cuando el monte reverdece

y me amanece en la finca

mi corazón se estremece

y el sapito brinca y brinca.

 

Piedritas en aquel charco

parece que andan tirando,

pero si te fijas bien

son los sapitos brincando.
 

La rana y el sapo estaban

jugando con los sapitos,

nomás sacando la lengua

para agarrar los mosquitos.
 

No merezco tu belleza

y dices que no soy guapo,

pero qué tal la princesa

que se enamoró de un sapo.

 

Ranita, si fueras mía

te besaría en mi charquito,

malhaya, todos los días

te escribiría un versito.

 

Por curar su disipela,

la ranita lo dejó,

ya no pudo con su pena:

el sapito se murió.

 

Un sapito subió al cielo

a pedirle a Dios, fortuna

y le respondió San Pedro:

-Pescarás en mi laguna

cuando la rana críe pelo

y el sapo en la cola, pluma.

 

En una fuente de piedra

está un sapito esperando

que el viento traiga la brisa

de versos para ir cantando

con el eco de tu risa.

 

El sapo ya se despide

con la lengüita de fuera,

y a la ranita le pide

que cuando su amor se muera

aquélla nunca le olvide.

 

Ay, malhaya el día

cuando se cayó:

se enlodó el zapato

y el copete, no.

 

Ay, malhaya el día

cuando me engañó:

me hizo los zapatos

y el piquito, no.

 

Ay, sapo, sapito

deja de brincar,

de tanto saltito

te vas a matar.

 

Brincan los sapitos,

brincan al revés

brincan en los charcos

que hay en San Andrés.

 

Brinca como el sapo

bríncale otra vez,

bríncale de nuevo

yo ya me cansé.

 

A brincar sapitos

todos al jardín,

que el sapito viejo

se quiere dormir.

 

Sáltale, ranita

sáltale sin fin,

brinca, brinca, brinca

vino el saltarín.

 

Ay, malhaya el día

cuando suspiró,

se cayó al fanguito

y casi se ahogó.

 

Ay, sapo, sapito

deja de croar

que con tu ruidito

me vo' a enamorar.

 


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Comentarios: 1
  • #1

    Gustavo Ignacio Rodríguez (miércoles, 10 febrero 2021 23:26)

    "Morenita de ojos tristes,
    que contiene tu mirada,
    el mirarme se resisten,
    y yo no les hecho nada".

    "¿Qué dices negra, nos vamos?,
    nomás me dices que si,
    si quieres nos embarcamos,
    para el rumbo de San Luis".

    "Cuando me voy a la plaza,
    a ver a la Reina Mora,
    yo no sé lo que me pasa,
    mi corazón triste llora".

    Coro:
    "Hay negrita linda,
    ya no busques guapo,
    que encontraras novio,
    con cara de sapo".